Cómo recoger agua

  1. Átate a los pies dos telas absorbentes, como una camiseta o vendas que lleves en el botiquín. Ahora, pasea por la hierba. El atardecer y el amanecer son buenos momentos, porque hay más rocío.
  2. Cuando los trapos estén bien húmedos, retuércelos y escúrrelos en un recipiente, o en la propia cantimplora (si la llevabas). Y trata de no comer proteínas, porque luego exigen más agua para digerirlas.
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A.- Pon piedras a cada lado, para sujetar la lona.

B.- Mientras duermes, el agua se condensa en los cantos.

C.- Asegúrate de que no hay rendijas ni rotos.

D.- Quita las piedras, y abajo estará el agua filtrada.

Dos métodos para filtrarla

A) un filtro de trípode

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Si no encuentras palos rectos, busca ramas jóvenes, que se pueden enderezar más fácilmente.

Coloca tres trapos atados con nudos a los tres palos. En cada uno pon grava ordenada por capas, de más fina a más gruesa, para que retenga partículas.

Si tienes varios tipos de tela, pon los más gruesos arriba (una camiseta o trapo) y los más finos abajo (seda de paracaídas o nailon). Vierte el agua y caerá sobre el recipiente que pongas abajo.

B) un filtro de botella

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Corta la base de una botella de plástico o hazle un agujero en el fondo. Donde estaba el tapón, ata una tela fina que sujete la arena y sirva de último filtro.

Ahora, echa las diferentes capas de piedras y gravas, empezando por la más fina y siguiendo hacia las más gruesas.

Asegúrate de que las capas son uniformes y se asientan bien.

Si no tienes botella, puedes usar un calcetín.

Cambia la tela final después de cada día de uso.

Redacción QUO