- Ponte en situación: dúchate y arréglate como si fueras a una oficina normal.
- Separa el espacio de trabajo. Determina una habitación o área que esté aislada del resto de la casa. [image id=»17248″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]
- Mantén la atención. Cierra la puerta de la zona y no contestes al teléfono privado. No te quedes a cargo de tus niños.
- Ponte pequeñas metas horarias para cada tarea. El tiempo en casa parece mayor, y puedes tardar mucho más en todo. [image id=»17249″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]
Redacción QUO