¿Eres capaz de enrollar la lengua como nuestra modelo? Si no puedes, no te ´mates´, porque por mucho que lo intentes no lo vas a conseguir.
No se trata de una cuestión de flexibilidad muscular, sino de un aspecto genético.
La capacidad de enrollar la lengua depende de un carácter dominante que posee el 70% de la población. Y no deja de resultar sorprendente que sea una cuestión genética cuando la lengua está dotada de una extraordinaria movilidad.
Un aspecto importante para comer, y fundamental para hablar. Aunque eso no evita que el 30% de la población ‘recesiva’ tenga que soportar las burlas de los ‘dominantes’ por su inutilidad.
Redacción QUO