Seguramente es irónico: si Tokio 2020 serán los primeros Juegos Olímpicos cuyas medallas se fabriquen con basura electrónica reciclada, también serán los que mayor presencia de robots y nuevas tecnologías tengan.
Mediante un comunicado, el comité organizador ha presentado el nuevo Proyecto Robot de Tokio 2020. El mismo está formado por expertos en el campo de la robótica, y cuenta con el apoyo de la Secretaría del Gabinete de Japón, el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria, el Gobierno Metropolitano de Tokio y varias empresas privadas.
Durante la presentación se mencionaron algunas de las tareas que llevarán a cabo los robots. Llevarán pantallas en su “cuerpo” para que nadie se pierda los eventos, esté donde esté.
También garantizarán que todos los espectadores disfruten de la experiencia, proporcionando asistencia a los espectadores en sillas de ruedas: les ubicarán en los estadios, llevarán sus mochilas, les informarán sobre el programa y hasta les alcanzarán comida y/o bebida.
También estarán en los aeropuertos, ayudando a levantar maletas pesadas y guiando a los recién llegados, sean turistas o deportistas.
“Los Juegos de Tokio 2020 – explico Hirohisa Hirukawa, líder del Proyecto de Robots de Tokio 2020, en el comunicado – son una oportunidad única para mostrar la tecnología de robots japoneses. Este proyecto no consistirá simplemente en exhibir robots, sino en mostrar su despliegue práctico en la vida real para ayudar a las personas. Así que no solo habrá deportes en los Juegos de Tokio 2020, sino también algunos robots increíbles”.
Pero hay más. Han desarrollado una aplicación llamada VoiceTra, capaz de traducir entre 31 idiomas hablados. Para quienes no tengan conexión en el móvil, habrá dispositivos, del tamaño de una tarjeta de crédito, que se llevarán al cuello y también actuarán también como traductores orales, aunque “solo” en 10 idiomas (incluido en español).
Otro avance serán los taxis robotizados, coches autónomos que ya han comenzado a operar de forma controlada en Tokio para prepararse en el traslado de turistas y deportistas desde los hoteles a los estadios.
Conscientes del efecto de la contaminación provocada por la llegada de tantos turistas y la huella de carbono que producirán tantos vuelos, All Nippon Airways y Japan Airlines, junto a universidades del país y varias agencias gubernamentales, han lanzado un proyecto para usar algas como combustible de avión.
La ceremonia de apertura, uno de los hitos de los JJOO, también apunta a ser única: habrá una lluvia de meteoritos (artificiales) desarrollados por la empresa ALE y la colaboración de la agencia espacial japonesa.
Por último, está el tren. Si en los JJOO de Tokio 1964, Japón presentó los primeros trenes bala, ahora dará un salto similar inaugurando uno que es capaz de superar los 600 km/h.
Juan Scaliter