Lo sentimos, pero no. Los MP3 son archivos comprimidos que reducen hasta un 90% el sonido de la grabación original utilizando modelos informáticos del oído humano y suprimiendo sutilezas auditivas de las que la mayoría de nosotros no somos conscientes.
Una grabación comprimida de una trompa, por ejemplo, carecería de las sutiles reverberaciones que se producen en una sala de conciertos.
Redacción QUO