¿Buscas a alguien con quien compartir tus inquietudes sobre tu flora intestinal? ¿O una aventura pasajera? ¿Te preocupa que tus datos personales circulen por Internet? Las redes sociales permiten establecer contacto, virtualmente, con cualquiera que esté conectado a Internet. Pero si la respuesta a alguna de las preguntas anteriores es sí, puede que las redes sociales mayoritarias no sean la mejor opción. Quizá las siguientes opciones se ajusten más a tu perfil.
Si eres de los que no se cortan un pelo en hablar de su tránsito intestinal, y notas que tus amigos no siguen con pasión tus conversaciones, deberías echar un vistazo a la página web de my.microbes. Esta micro red social te permitirá contactar con personas que tengan los mismos microbios intestinales que tú. Nadie mejor que ellos para compartir experiencias y consejos sobre los alimentos que te sientan mejor, sobre la evolución de tu salud intestinal y sobre los mejores remedios para cualquier contratiempo.
La iniciativa es bastante escatológica, aunque está basada en una sólida curiosidad científica: conocer mejor las diferencias entre los distintos ecosistemas de microbios y cómo afectan a las personas. Para unirse a my.microbes tendrás que enviar una pequeña muestra de lo que habitualmente desechas antes de tirar de la cadena al cuartel general de la compañía en Alemania. Tras el análisis, tendrás en tu poder un censo detallado de la población microbiana de tu intestino que compartir con los usuarios más afines a ti.
Hay pocas cosas más íntimas que la muerte de un ser querido, porque nadie sabe realmente lo que pasa por el interior de las personas que dejan en este mundo. Expresarlo, aunque cueste encontrar las palabras, en una gran ayuda para superar la pérdida. La ayuda llega de la mano de redes sociales como Respectance, que no solo permite compartir tu tributo al fallecido sino que también ayuda a que tus contactos participen del mismo.
Respectance anima a compartir las historias y los recuerdos que nos dejan los muertos. La posibilidad de compartir todo tipo de contenido multimedia se complementa con la opción de poner en común las experiencias con otros usuarios a través de blogs personales. Mediante la creación de grupos, las personas que hayan tenido vivencias similares pueden ponerse en contacto y apoyarse mutuamente. Sin duda, la intimidad de las redes sociales alcanza su máximo exponente en los tributos y las condolencias enviados a través de esta aplicación.
Tu nombre, la dirección de tu casa, número de teléfono, DNI, correo electrónico… ¿A quién le importan? A más personas de las que te piensas. De hecho, existe un floreciente comercio de datos personales recabados en Internet con los que componer un particular quién es quién de los navegantes. Si esta situación te crea desconfianza, entonces formas parte del público al que se dirige Geonick.com, una nueva red social diseñada para buscar personas afines a ti sin necesidad de aportar ni un solo dato personal.
“No queremos acceso a tu libreta de direcciones porque no queremos poblar Geonick de forma masiva”, afirma la cabeza pensante del proyecto, Pau Jené. O sea, que no está conectada a ninguna otra red social y Google no rastrea los contenidos de los usuarios. Tampoco tiene publicidad. La única información necesaria es un código postal con el que alimentar el sistema de geolocalización que abre la puerta a interactuar con los demás usuarios de la red.
“La vida es corta. Ten una aventura”. El eslogan de Ashley Madison, la red social para arreglar aventuras discretas desde el anonimato digital, no necesita explicación. Aunque no todas las personas que forman parte de esta comunidad están comprometidas, una de cada pareja lo está. Al menos, esa es la idea. La aplicación ha facilitado la infidelidad con un éxito abrumador: tras diez años de actividad, la plataforma tiene casi 16 millones de usuarios en todo el mundo.
En realidad, las funcionalidades técnicas de Ashley Madison no son lo más importante. Su fuerte está en el servicio para poner en contacto a miembros de la comunidad con afinidades comunes y disponibilidad geográfica, así como en el compromiso de preservar el anonimato. Anonimato del que, en este caso, depende totalmente la intimidad de los usuarios que han encontrado en la aplicación un trampolín ideal para encontrar la persona más afín para satisfacer sus necesidades no resueltas.
El número de Dunbar es fundamental para comprender esta red social. Según el antropólogo, la cifra máxima de personas que pueden relacionarse en un sistema es 150. O sea, que no somos capaces de mantener una relación social cercana con más de 150 personas, exactamente el máximo número de contactos que pueden tener los usuarios de Path. Ten por seguro que tus amigos de esta red social son personas con quienes tienes tienes una relación próxima. ¡Seguro que tus invitaciones de cumpleaños no llegarán a miles de personas!
Por lo demás, la aplicación aúna las funciones de otras redes sociales en una misma plataforma, desarrollada exclusivamente para teléfonos móviles. Los usuarios puede compartir con su círculo más íntimo su ubicación, sus vivencias diarias, sus fotografías, sus vídeos y, por supuesto, textos cortos. También hace las veces de diario privado, gracias a la opción de no compartir las entradas publicadas. Sin duda, el éxito de Path lo ha convertido en uno de los ejemplos más importantes de la lucha contra la masificación de las redes sociales.
Andrés Masa Negreira
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