En 1985, el investigador Friedhelm Hillebrand definió la longitud estándar de un mensaje de texto. En aquellos tiempos el móvil no era más que un teléfono para el coche y el ancho de banda disponible estaba enormemente limitado. Por eso era necesario acortar. Básicamente, lo que Hillebrand hizo fue coger su máquina de escribir y teclear de forma aleatoria varias preguntas y frases comunes. Llegó a una conclusión: la mayoría de ellas tenían menos de 160 caracteres, que finalmente fueron fijados como máximo para los SMS.

Esta limitación ha tenido consecuencias posteriores más allá de la telefonía. Twitter, sin ir más lejos, limitó los mensajes a 140 caracteres para que fuera posible actualizar el perfil a través de un SMS. Los 20 caracteres restantes debían reservarse para identificar al usuario.

El primer SMS se envió hace 20 años, el 3 de diciembre de 1992, desde un ordenador a un teléfono móvil. Solo decía “Feliz Navidad”. Un año más tarde, un terminal de Nokia envió el primer mensaje de móvil a móvil en Finlandia.

Esta limitación ya no es visible en los nuevos smartphones, que permiten enviar todos los caracteres que se quiera; eso sí, cobrándolos de 160 en 160 caracteres. ¡Todos a contar!

Redacción QUO