Hay ‘drones’ para todos los gustos. Desde los pequeños y cada vez más populares cuadricópteros de Parrot, que se controlan desde el iPhone, hasta los aviones espía no tripulados que Estados Unidos tiene haciendo trastadas por el mundo. Incluso hay ‘drones’ que salen al espacio y completan misiones para agencias como la NASA.

Precisamente de estos vamos a hablar, porque la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) acaba de anunciar un programa para que cualquiera de nosotros – suponiendo que tengamos o estemos pensando en comprar un Parrot – podamos ayudarles a mejorar sus galácticos robots.

Se trata de un juego de realidad aumentada en el que los propietarios de un Parrot AR Drone tienen que utilizar su móvil como control remoto para acoplarse a una estación espacial virtual. Y mientras el usuario juega… la ESA obtiene jugosísima información.

Si quieren que la inteligencia artificial de sus robots en el espacio sea perfecta, primero tienen que obtener una gran cantidad de datos sobre la forma en que los pilotos humanos manejan el drone. Y precisamente es eso lo que consiguen con esta ‘app’: datos sobre casos reales de aterrizaje o acoplamiento, especialmente sobre las pequeñas correcciones que la gente hace en la trayectoria del cuadricóptero sobre la marcha.

Comandante, ¿cuál es mi misión?

Para echar un cable a la ESA, tendrás que descargar la ‘app’ AstroDrone en cualquier dispositivo de Apple (mejor si es un iPad, claro está) y apuntar con la cámara hacia el robot flotante. Entonces tendrás que decidir qué objeto real de los que tiene a su alrededor desaparece de la pantalla y se convierte en la plataforma para el acoplamiento. Todo muy realista.

Ahora solo queda ‘aparcar’. La app evaluará los intentos en función de la velocidad, pero también tendrá en cuenta los bloqueos, golpes y arañazos. Darán puntos extra por la correcta orientación del drone y por la suavidad al posarse y en el acercamiento final.

¿Por qué es interesante para la ESA?

«La gente evalúa de forma intuitiva su posición y movimiento en función del entorno, en base a lo que tienen delante», afirma el investigador de la ESA Guido de Croon. Por eso los datos extraídos de la aplicación serán interesantes para enseñar a las naves no tripuladas cómo desenvolverse en contextos muy variados de acoplamiento espacial.

«Es una cantidad de datos reales para enseñar a nuestros algoritmos que sería imposible de obtener de otra forma», añade Leopold Summer, responsable del laboratorio de la ESA que ha desarrollado la app.

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Redacción QUO