Son los rivales más directos del iPhone 5S, mientras esperamos la llegada del 6 y, después de probarlos, creo que están más que a la altura. Mañana sale a la venta el Galaxy S5 y el One M8 lo estará a mediados de abril así que, por si estáis pensando en cambiar de móvil, os resumo mis apreciaciones después de probar ambos.

Nada más verlos llama la atención su tamaño, bastante más grande que el iPhone en ambos casos: 5 pulgadas el One y 5,1 el Galaxy frente a las 4 pulgadas del Apple. En este punto tengo que confesar que en un principio pensé que eran demasiado grandes (estoy acostumbrada al iPhone) pero, tras unos días de uso, me sedujeron las ventajas de una pantalla más amplia en la que leer las noticias, consultar twitter o ver fotos es mucho más cómodo. Incluso, en el caso del Galaxy, hay una opción de interactuar con la pantalla con una sóla mano, en la que las funciones básicas se «amontonan» en el lado derecho para que lleguemos a todo. Además, ni la FHD Súper AMOLED del Samsung ni la SuperLCD3 del One tienen nada que envidiar a la Retina y, algo muy importante: son mucho más resistentes y todo terreno. La pantalla del One porque es Gorilla 3, lo que la hace irrompible, y el Galaxy porque es resistente al polvo y al agua (IP67).

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Otro aspecto en el que ganan al iPhone por goleada es en la cámara. El Galaxy S5 tiene una cámara frontal de 16 megapíxeles y una delantera de 2,21 (suficiente para selfies). Además, el teléfono de Samsung incorpora como opciones dos funciones muy interesantes: el HDR y el autoenfoque, que permite captar un objeto enfocado y un fondo desenfocado y viceversa y después alternarlos según queramos que sea el resultado final. Por último, la función que permitía borrar algún objeto de una imagen ya en el S4, está activa para todas las imágenes y no sólo si se ha activado previamente.

Por su parte, el One M8 tiene tres cámaras; una delantera de 5 megapíxeles con gran angular y dos traseras con4 ultrapíxeles, que da un resultado inmejorable en condiciones de baja luminosidad, con una principal y otra que capta la profundidad a la que están los objetos para hacer diferentes planos que enriquezcan la imagen tomada con la primera.

En ambos casos, tanto en la del Galaxy como en la del One, sorprende la rapidez de disparo y el flash (también dual en el One), que funciona a las mil maravillas.

En cuanto al resto, del Samsung me gustaría destacar su WiFi Mimo que puede combinarse con el 4G para descargar archivos muy pesados y un sensor con infrarrojos colocado bajo la cámara trasera, con el que podrás medir tu ritmo cardíaco y controlar tu actividad física gracias a una aplicación: el Health 3.0. Además, tiene otras “pijadas” como un detector de llanto de bebé; un modo niños que crea un entorno infantil con sus apps, fotos y otras cosas útiles para ellos; su función de bajo consumo y emergencia que permite acceder sólo a lo fundamental y a cambio ahorra batería y, por supuesto, la posibilidad de utilizar huella digital como contraseña y para hacer compras, por ejemplo con Paypal, con quien tienen un acuerdo. También destacar un acuerdo que acaban de firmar con Deezer, el servicio de música en streaming, para disfrutar de su servicio Premium durante 6 meses.

En el caso del HTC cabe destacar el BlinkFeed, una especie de Flipboard que permite ver las últimas entradas de nuestras redes sociales y las últimas noticias o el tiempo como pantalla de inicio. Además, aunque sólo trae 16GB de almacenamiento, incorpora una entrada microSD para ampliarla. Sus altavoces, esta vez Boom Sound y colocados en el frontal, también marcan la diferencia, sobre todo cuando escuchamos música o vemos un vídeo. En el apartado «pijadas» el Motion Launch se lleva la palma: se trata de un sistema que permite encender el teléfono incluso cuando está apagado con un sólo gesto.

Y, por último, el precio que rondará los 729€ libre en los dos casos (recuerdo que el iPhone 5S está a la venta desde 699€). Aunque, por supuesto, ya hay operadoras que están ofreciendo ambos terminales con sus ofertas correspondientes.

Redacción QUO