O al menos eso es lo que parece el sistema Night Vision de BMW, dotado de una cámara térmica de rayos infrarrojos. Antes de que el ojo humano sea capaz de percibirlo, detecta los seres vivos que puedan hallarse en la carretera a una distancia de hasta cien metros. Ante una situación de este tipo, el coche activa una luz de marcación que recuerda a las que se usaban en la Segunda Guerra Mundial. A su vez, reduce el umbral de activación de los frenos y muestra una imagen en la pantalla Control Display. Si el conductor no toma ninguna medida, le alerta con una señal acústica. Disponible a partir de este verano, también es capaz de identificar animales en un rango de actuación mayor que el que proyecta el haz de luz.
Los faros de xenón han muerto, ¡viva el láser!
La próxima revolución lumínica llega en otoño. Será a partir de ese momento cuando los faros láser empiecen a montarse en los vehículos de serie. El primero, el superexclusivo BMW i8, un deportivo biplaza híbrido (2+2) que se venderá por 130.000 euros aprox. Mientras que otros sistemas de iluminación convencionales, como el xenón y los leds, proyectan su haz de luz sobre una distancia de 300 metros, los faros de láser alcanzan los 600 metros. Entre sus ventajas está también que consumen un 30% menos, ocupan menos espacio y son más ligeros que otras soluciones.
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