Se aceptan apuestas. Si la imagen la cuelan en una película podría pasar como una escenografía digna de la imaginación de Stan Lee, pero no. Se trata del laboratorio SNOLAB, enterrado casi dos kilómetros bajo tierra cerca de Ontario, Canadá.
Allí se investigan partículas subatómicas, neutrinos principalmente y materia oscura.
El SNOLAB es donde trabaja Arthur B. McDonald, quien junto a Takaaki Kajita, fue galardonado con el Nobel de Física 2015 por sus estudios relacionados con los neutrinos.
Uno de sus experimentos más conocidos es el HALO (Helium And Lead Observatory) un detector de neutrinos emitidos por supernovas.

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Crédito imagen: SNOLAB
Lo que hace tan particular al SNOLAB es su ubicación bajo tierra, es el segundo laboratorio más profundo del mundo (el primero es Jinping Underground Laboratory que se “hunde” 2,4 kilómetros bajo la superficie. Debido a la geología del lugar, resulta un sitio perfecto para estudiar procesos físicos sin la interferencia de radiaciones cósmicas.

Redacción QUO