Desde los inicios de la “moda”, hemos cubierto nuestras desnudeces más por frío que por vergüenza o poder. Pero, ¿qué se puede hacer cuando hay que protegerse del calor y no del frío?
A temperaturas de 34º C, el cuerpo humano emite radiación infrarroja (IR) en una longitud de onda que parcialmente se superpone con la del espectro de luz visible. Por lo tanto, un tejido que bloquea la luz visible a menudo también atrapa el calor que genera el cuerpo.
En respuesta a esto, un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, ha desarrollado un material que refleja la luz del sol y también permite que el calor corporal escape, lo que si bien no enfría, tampoco hace que aumenta la temperatura. Se trata de un polietileno nanoporoso (nanoPE), cuyos poros interconectados miden entre 50 y 1000 nanómetros de diámetro, comparable en tamaño a la longitud de onda de la luz visible. El equipo, dirigido por Po-Chun Hsu, comparó el nanoPE con el algodón y descubrió que el primero dejaba pasar un 96% de IR, mientras que el algodón apenas un1,5% de ondas infrarrojas. Luego, mediante un dispositivo que imita el calor que transmite la piel humana, los autores hallaron que nanoPE sólo aumenta la temperatura de la piel simulada 0,8 ° C, en comparación conlos 3,5 ° C del algodón. El estudio ha sido publicado en Science.

Juan Scaliter