“La práctica del astroturfing es legal – asegura Kim-Kwang Raymond Choo, de la universidad de Texas en un comunicado, pero éticamente es cuestionable y seguirá existiendo mientras las redes sociales sean populares”. Choo es el autor de un reciente estudio, publicado en Concurrency and Computation, en el que se describe un nuevo método para detectar a aquellas personas que publican comentarios, críticas o recomendaciones en las redes sociales a través de múltiples cuentas, una práctica conocida como astroturfing.

De acuerdo con Choo es muy difícil que un autor logre disfrazar por completo su estilo de escritura, así, basándose en la puntuación, el contexto y la elección de las palabras y la estructura, el nuevo sistema permite detectar si se trata de uno o varios autores.
Esta práctica es un recurso que permite manipular a usuarios de las redes sociales o a loscompradores on line haciéndoles creer que hay consenso respecto a ciertos productos o servicios cuando en realidad se trata de opiniones pagas.
«Se puede utilizar para cualquier número de razones – afirma Choo – . Las empresas pueden usar esto para fomentar el apoyo a sus productos o servicios, o para sabotear otras empresas de la competencia mediante la difusión de opiniones negativas a través de identidades falsas”. También se utiliza en política y en la presente campaña electoral de Estados Unidos, tanto Hillary Clinton como Donald Trump han sido acusados de astroturfing

Choo espera que su algoritmo permita evitar también el plagio y los contratos falsos o engañosos. “Además de aumentar la conciencia pública sobre este problema – concluye Choo –, esperamos desarrollar herramientas para detectar astroturfers de modo que los usuarios de redes sociales puedan tomar decisiones informadas y reconocer los intentos de manipulación y la propaganda social en línea”:

Juan Scaliter