Cada vez vemos menos raro que comience a existir tecnología con la que comunicarnos con nuestro coche al más puro estilo “Kitt” del “Coche Fantástico”. Pero, ¿y si el propio vehículo fuese capaz de conectarse, literalmente, con tu cerebro para leer lo que piensas y cuáles son tus capacidades para conducir, las maniobras que tienes pensado hacer y cómo te vas a comportar en la carretera? Parece de locos, ¿verdad? Pues ya no tanto.
La compañía japonesa Nissan tiene previsto mostrar en la feria CES 2018 (“Consumer Electronics Show, una de las citas tecnológicas con mayor prestigio del mundo, que se celebra en Las Vegas) un sistema que consiga predecir cuáles van a ser las decisiones que va a tomar el conductor para poder “ayudarle” a hacerlas un poco más rápido, en concreto, entre 0,2 y 0,5 segundos y quizá así, evitar accidentes. Eso sí, el coche debe ser semiautónomo, de tal forma que pueda funcionar a la par que el conductor.
Esta tecnología se encuentra en estos momentos en fase de desarrollo y, a pesar de que se presentará esta próxima semana, se espera poder aplicarla en los coches en unos 5 o 10 años.
La compañía trabaja en un sistema basado en el estudio de los patrones eléctricos del cerebro de los conductores, lo que implica tener en cuenta los impulsos que muestra un electroencefalograma (EEG). Esto requiere el uso de una especie de gorro adaptado con electrodos que presionan sobre la cabeza de la persona que lo lleva puesto, tan cerca como sea posible.
[image id=»94004″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]La compañía ha diseñado un gorro que es fácil de llevar, no supone una distracción para el conductor, ni implica ninguna molestia. No va a conectado a ninguna parte del coche y sus funciones las realizará vía WiFi o bluetooth. Para su desarrollo, Nissan está en contacto con el Instituto Federal Suizo de Tecnología, con el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas de Canadá y con la empresa española, Bitbrain, una empresa centrada en neurotecnología.
Nissan no es la primera ni será la última en estudiar este tipo de tecnología para adaptarla al mundo del automóvil. Pero surgen muchas dudas: ¿Y si el conductor toma una decisión rápida, pero cambia de parecer de forma repentina? ¿Y si encuentra un nuevo obstáculo en su camino? ¿Conseguirán alcanzar la perfección antes de que los coches conduzcan de forma autónoma?
Fuente: The Verge
Alberto Pascual García
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