No solo de practicar deporte con personajes simpáticos vive una consola. En Nintendo lo saben, y tras más de dos años de juegos coloristas (con gran éxito, por cierto), han decidido darle una vuelta de tuerca a su catálogo de videojuegos, para ampliar horizontes. Mad World, de Sega, es el mayor estandarte de este cambio, con un argumento en que la única regla es matar o morir.

B&n más rojo
Su aspecto en blanco y negro recuerda a los cómics y novelas gráficas que han tenido su homenaje cinematográfico en películas como Sin City de Robert Rodríguez, adaptación de la obra de Frank Miller. Pero Mad World es aún más bestia. Solo hay un color adicional al blanco y negro: el rojo, y con razón, pues la sangre corre a raudales en los distintos niveles.

El jugador se mete en la piel de Jack, un ciudadano que se ve atrapado en un combate en el que tendrá que mantenerse con vida utilizando todas las armas a su alcance, desde sus puños hasta una motosierra.

Mad World no es un título realista. Los personajes son monstruos exagerados que se manejan con rapidez y sin grandes dificultades. Eso sí, para evitar polémicas estériles, mejor alejarlo de los niños, ya que no está recomendado para menores de 18 años.

Redacción QUO