A nivel mundial, las necesidad de países todavía no demasiado motorizados se hará más evidente en los próximos años, de manera que de aquí a 2030 el consumo de vehículos crecerá en determinadas zonas. No es tanto si habrá más o menos coches, sino de qué tipo serán. Desde nuestro punto de vista, el parque mundial de vehículos crecerá de aquí al año 2030 y lo hará, sobre todo, basado en la movilidad eléctrica cero emisiones por las ventajas comparativas que tiene frente a otras formas de propulsión alternativa, como los ahorros para los distintos tipos de clientes y la reducción clara de emisiones. La necesidad de cambiar esos vehículos por otros mucho más eficientes, unido a la presión normativa para limitar la circulación de determinados vehículos acelerará esta tendencia. Según Bloomberg, las ventas mundiales en 2030 estarán en el entorno de los 110 millones de unidades. En definitiva, a nivel mundial, hoy en día todavía hay muchas zonas con un grado de motorización pequeño y además hay otras áreas, como Europa, donde el parque necesita ser renovado. Si a esto se le suman unas perspectivas de crecimiento económico en los próximos años, la demanda de vehículos debería ser más alta en 2030 que ahora.

Cómo se habrán resuelto los grandes problemas en los que trabaja hoy la industria de automoción?

Los grandes retos de la industria se centran en vehículos de tecnología alternativa, especialmente eléctricos, cuyas previsiones, según Bloomberg, apuntan a una cuota de mercado de aquí al año 2030 del 30%, aunque otros ya hablan del 60% en ese año. La previsión para los coches autónomos será del 15% en esa fecha y el car sharing tendrá una cuota de mercado del 25%. Nosotros ya hemos recorrido mucho camino para afrontar estos nuevos retos. Somos líderes a nivel mundial en coches eléctricos porque hemos apostado por esta tecnología desde el año 2010. Eso ha hecho que hoy en día tengamos la segunda generación del vehículo eléctrico más vendido del mundo en circulación. Además, vamos un paso más allá y ya incluimos algunas soluciones de conducción autónoma, con el sistema Propilot, que permite que en autopista el coche circule por un carril de manera autónoma, acelerando, frenando o incluso llegando a parar en situaciones de potencial riesgo, siempre bajo la supervisión del conductor.

La tecnología no es barata

Queremos “democratizarla”, es decir, intentar que llegue al máximo posible de ciudadanos. Pero para ello necesitamos la colaboración de las instituciones públicas en materia de infraestructuras, fiscalidad, etc, para que esta tecnología llegue a todo el mundo. España ha muchas hecho cosas, pero necesitamos avanzar más rápidamente si queremos que la revolución de la movilidad inteligente nos posicione como un país a la vanguardia tecnológica industrial y comercial.

Hay muchos retos por delante como la contaminación, la humanización de los centros urbanos…

En los próximos años, asistiremos a una progresiva introducción del vehículo eléctrico y autónomo en las carreteras de todo el mundo. Para nosotros, la movilidad eléctrica cero emisiones es la que más probabilidades tiene de ser mayoritaria en el mercado y con un crecimiento exponencial importante en los próximos años. Coexistirá con otro tipo de energías alternativas al mismo tiempo que irán perdiendo peso en el mercado las tecnologías de combustión tradicional, aunque no de manera inmediata. La prohibición de circulación de determinado coches en las grandes ciudades puede acelerar este proceso, aunque creo que el debate se debería enfocar de manera distinta. Para mí, la cuestión no es gasolina o diésel, sino coche nuevo o viejo porque realmente los problemas de contaminación de las grandes ciudades están en los vehículos antiguos. De hecho, el 20% de los coches con más edad son los que provocan el 80% de la contaminación en las ciudades. Por ello, los nuevos modelos, especialmente los eléctricos, dan solución a este problema.

¿Es planteable la mortalidad cero?

Los objetivos de reducción de emisiones tienen que ser compatibles con la seguridad y la reducción de accidentes. Para nosotros, la doble visión cero accidentes, cero emisiones es un objetivo alcanzable a través de la movilidad eléctrica combinada con la conducción autónoma de los vehículos. Más del 90% de los accidentes de los vehículos hoy en día son causados por error humano. Los coches con distintos grados de autonomía harán que la cifra de accidentes se reduzca de manera muy considerable. Daré algunos ejemplos de sistemas que incorporan los coches de Nissan y el impacto tan positivo que tiene en la seguridad vial. Del total de accidentes con víctimas registrados en el 2015, 28% fue por colisión lateral y fronto-lateral. De acuerdo a IIHS (Insurance Institute for Highway Safety). el LDW (lane departure warning – aviso de cambio de carril), que llevan incorporados nuestros vehículos podría reducir las colisiones hasta en un 11%, y bajar la tasa de colisión con heridos en un 21%. Del total de accidentes con víctimas en el 2015, el 13% fueron atropellos (DGT). Según IIHS (Insurance Institute for Highway Safety), el sistema de detección de peatones, que también llevan incorporados la mayoría de nuestros vehículos, podría mitigar o prevenir hasta el 65% los heridos y el 58% de fallecidos.

La reducción del consumo, y por tanto de las emisiones, es otro de los retos a los que se enfrentan los fabricantes

Está claro que los consumos tienen a reducirse de manera drástica gracias, fundamentalmente, a la cada vez mayor eficiencia de los motores. ¿Se puede hacer más? Claro que sí, y la tecnología lo hará, pero también hay que ser conscientes de que es necesaria la colaboración de otros agentes como, por ejemplo, los conductores. El comportamiento al volante puede influye en una mayor reducción del gasto y, por tanto, de emisiones. De hecho, una conducción eficiente puede llegar a reducir hasta un 15% el consumo del vehículo y, por lo tanto, sus emisiones. Por ejemplo, un vehículo Nissan de hoy contamina un 30% menos de CO2, que un vehículo Nissan de hace 10 años.

Marta García Fernández