Hace ya varios meses que venimos escuchando en medios que una aplicación como esta podría hacerse realidad en China en poco tiempo. Bueno, pues ese corto tiempo ya tiene fecha de estreno. El próximo mes de mayo, China pondrá en marcha un programa de “crédito social”, por el cual se puntuará a sus ciudadanos por su comportamiento dentro de la sociedad. Quienes no consigan unas buenas evaluaciones quedarán excluidos, al menos por un año, de la compra de billetes de tren y de avión, lo que dificultará su libre movimiento dentro del país. Os explicamos cómo funciona.
Según ha explicado la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, se tendrán en cuenta para su evaluación negativa a aquellas personas que hayan cometido delitos criminales o tengan deudas importantes de dinero. Pero no queda ahí la cosa, según apunta la agencia de noticiasReuters, también se fijarán en aquello que sus ciudadanos dicen o hacen (en este caso relacionado con el transporte): por ejemplo, si han dado información falsa sobre terrorismo, han sido problemáticos en vuelos, han usado tickets caducados para viajar o han sido cazados fumando en trenes cuando estaba prohibido. Este tipo de acciones decrecerán, aún más si cabe, el crédito social impidiendo que esas personas puedan tener ciertos privilegios que otros merecen por su buen comportamiento.
[image id=»95378″ data-caption=»Credit: Fotograma serie» share=»true» expand=»true» size=»S»]Este sistema está en pruebas desde 2012 y se han ido escuchando diferentes casos de algunas personas afectadas, pero desde mayo tendremos la primera experiencia real a nivel nacional que pruebe que el proyecto funciona. De hecho, se espera que en 2020 se implemente ya sin restricción temporal, de forma continuada, y que pueda afectar a más ámbitos de la sociedad y no solo al transporte.
¿No os recuerda mucho a Black Mirror? Sí que es cierto que en el primer capítulo de la tercera temporada donde vemos un sistema parecido, es incluso más restrictivo que lo que estamos planteando, ya que son las mismas personas las que se evalúan entre sí para lograr beneficios. Un clima de falsedad que, como vemos en la serie, obliga a los ciudadanos a comportarse de una forma mucho más falsa e incoherente con su verdadero yo. Hasta llegar a este punto queda mucho… o no, quién sabe. Veremos cómo funciona este primer intento.
Fuente: The Verge
Alberto Pascual García