Estos makis, uramakis y nigiris están fabricados a base de cubos de gel comestible de 5 milímetros, pero su versión real está a miles de kilómetros, en Tokio, donde un chef los ha elaborado a mano. Gracias a un prototipo creado por la empresa japonesa Open Meals, un brazo robótico es capaz de recibir vía internet toda la información sobre cómo han sido preparados: los sabores, las texturas, los aromas… y transformarlos en una copia pixelada del sushi original. Es el primer dispositivo especializado en cocina por teletransporte y esperan ser los pioneros en comida digitalizada.

Alberto Pascual García