Reconozcámoslo. Nos encantaría tener una piscina propia para nuestra casa, que pudiéramos dar uso siempre y cuando el calor apretase y que fuera el centro de atención de amigos y familiares. ¿Una vez más nos puede el egocentrismo? ¿Necesitamos nuestra sesión de fotos influencer en con un fondo así? Es una pena, pero sí. Hay gente que le encantaría poder tener acceso a una piscina impresionante, pero no tener que pagar por ella el “pastón” que supone. Por ello, ha nacido una aplicación: Swimply, que ha sido coronada ya como el Airbnb de las piscinas.

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Los dueños de piscinas pueden darle una segunda utilidad para meses que no están usándolas o que, incluso, a pesar de que la tienen, no la rentabilizan personalmente como quisieran: ya sea por trabajo, por falta de tiempo o por pereza (sí, también los hay). Así que si quieres darte un capricho, esta app permite que elijas el lugar, el tipos de piscina que buscas, qué tipo de “amenities” se incluyen (bebida, comida, toallas…), si está adaptada para niños o gente con minusvalías…. Por el momento, se trata de una aplicación que funciona a muy buen rendimiento en Estados Unidos y en Canadá, pero no nos extrañaría que dentro de poco llegase a España.

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Para que os hagáis una idea de los precios que manejan allí: por una hora, los ratios van desde los 17 euros entre semana, los precios más asequibles, a los 25 en fin de semana. Pero, ¿sabes que incluso ofrecen una especie de bonos con los que incluso puedes alquilarlo durante una semana entera en un horario en concreto, solo para ti, por unos 140 euros?

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Eso sí, estos son los precios más baratos. En caso de que las piscinas sean todo un lujo, puede aumentar a los 130 euros la hora. Pero, ¿si solo queremos alardear de piscina de verano? Seguro que más de uno se plantea la idea.

Alberto Pascual García