Probablemente, sería el coche que hoy diseñaría Karl Benz. Se trata de un prototipo realizado por Mercedes y dotado con la tecnología de pila de combustible que, en breve, montarán otros modelos de la marca. Se llama F-Cell Roadster y tiene una autonomía de 355 kilómetros, menos que la que ofrecerá la Clase B F-Cell, que comenzará a fabricarse en 2009. De momento, este monovolumen compacto se pondrá a la venta bajo serie limitada de 100 unidades, tendrá una autonomía de 400 km y desarrollará una potencia de 136 CV. El gasto del hidrógeno que consume será equivalente a 2,9 litros de diésel cada 100 km.

Marta García Fernández