Las imágenes de los choques de automóviles siempre son espectaculares, y a veces incluso divertidas. Aunque en realidad no tienen nada de gracioso. ¿Pero por qué resultan siempre tan violentas las colisiones? Por las leyes de la Física.
Todo vehículo en movimiento acumula la llamada energía cinética, que es directamente proporcional al peso del vehículo y al cuadrado de su velocidad. Por eso, cuando la velocidad del coche aumenta al doble, la energía cinética se multiplica en realidad por cuatro.
Un auto arrolló a un ciclista en Nueva York en 1896. Fue la primera colisión de la historia
Así, la violencia de un choque de automóvil será cuatro veces mayor si se circula a 60 km/h que a 30. Ocho veces mayor si se circula a 90 km/h y dieciséis veces mayor si la velocidad es de 120. Y para hacerte una idea de cómo pueden ser los impactos, los especialistas que investigan accidentes de circulación afirman que la colisión de un coche que circula a 90 km/h equivale a arrojarlo desde una altura de 31 metros. Casi nada.
111 años de tragedias sobre ruedas
El primer accidente de circulación se produjo en 1896. En marzo de ese año se presentó el primer automóvil comercial, el Dureya Motor Wagon. Dos meses después, el conductor de uno de estos primitivos autos arrolló en Nueva York a un ciclista, que acabó con una pierna rota. El piloto pasó la noche en prisión.
La violencia de un choque depende de la energía cinética acumulada: una colisión a 90 km/h equivale a una caída desde una altura de 31 m
Desde aquel suceso las cosas han empeorado, hasta el punto de que los accidentes de tráfico son una de las plagas del mundo actual. En España se produce anualmente una media de siete millones de incidentes de distinta gravedad. Afortunadamente, ninguno comparable al sucedido en 1982 en el tunel de Salang (Afganistán), donde un camión de combustible estalló y mató a 2.000 personas en el que se considera el accidente más trágico de la historia de la circulación.
La propietaria de este vehículo trataba de estacionar marcha atrás en Langenhagen (Alemania). Pero confundió el acelerador con el freno y salió disparada hasta la pared más cercana.
El líder de Madness, Graham Suggs, apostó su Rolls Royce a que bebía más cervezas que un famoso DJ. Pero perdió, y prefirió arrojar el coche a una piscina antes que dárselo a su rival.
Richard Lloyd, residente en la ciudad inglesa de Coventry, no salía de su asombro. Su vecino, que estaba borracho, había embestido con su coche al de Lloyd repetidas veces, hasta subirse encima de él.
Si no se cuidan las infraestructuras, puede pasar como en esta autopista de Ohio. La calzada se hundió y engullió a un conductor. Afortunadamente, salvó el pellejo.
Esta hormigonera derrapó y quedó colgada de un puente en China. La parte trasera pesaba más que la cabina, y eso salvó al piloto de caer al vacío.
Si a este conductor accidentado en Francia le quitan el carné por puntos, no tendrá que preocuparse demasiado. El cartel de la derecha explica cómo lograr una nueva licencia.
Algunos coches son peligrosos hasta con el motor apagado. Este salió disparado hacia atrás como un proyectil cuando el tráiler que lo transportaba frenó en seco.
Por una vez, la culpa no ha sido del conductor. Este camión casi acabó en la copa de un árbol como consecuencia del paso del huracán Katrina por Louisiana.
Anne Wilder, una dulce ancianita de California, pisó por error el acelerador en vez del freno cuando iba a aparcar. El coche salió disparado, derribó una verja y acabó dándose un chapuzón. ¡Banzái!
Al dueño de este utilitario se le olvidó poner el freno de mano al dejarlo en un párking de Milán. El coche se deslizó hasta chocar y romper una de las paredes de cristal.
“Seguro que solo serán unos centímetros de nieve”, se dijo este conductor antes de atravesar un páramo helado en Kansas. Dios bendiga a los bocazas.
La mayor colisión de la historia
Fue este choque en cadena que se produjo en 2005 en una carretera de acceso a Helsinki. Hubo 300 vehículos accidentados.
Si tu auto acaba como el de la foto, despídete del mundo. Porque este vehículo es único. Se trata del Flat Out, el “utilitario” más bajo del mundo. Su altura es de 53 cm, lo justo para pasar bajo el vientre de un camión sin hacerse ni un rasguño.
Este poste de telégrafos se desprendió del camión que lo transportaba y atravesó el parabrisas del coche que iba detrás. Hirió al conductor.
Ocurrió en Serra (Valencia): una hormigonera cayó desde un puente cerca de esta casa y se quedó adherida a la pared al fraguar el cemento que transportaba.
En España, a este conductor chino le habrían quitado seis puntos del carné por llevar esas cajas de cerveza tan mal sujetas.
Este taxista de Pekín acabó así a causa de la brusca maniobra que tuvo que hacer para no atropellar a dos despistados turistas españoles.
Es probable que algún día el único aparcamiento sin parquímetros sea este. Pero de momento, ese coche llegó ahí por culpa de la furia del Katrina.
Este listillo intentó dar media vuelta en una calle del casco viejo de Nápoles y… Para poder sacar el vehículo de ahí, los bomberos tuvieron que desmontarlo.
Hielo, velocidad y alcohol forman el cóctel causante de que este automóvil de Indiana realizara una pirueta digna de un campeonato.
El dueño de este coche se quedó de piedra al salir del restaurante de Nueva Jersey donde cenaba y encontrárselo de esta guisa. ¿Cómo acabó así? Que lo investigue Iker Jiménez.
Catástrofe en el Misisipi
Más de cien coches estaban en el puente de la ciudad de Minneapolis. Cuatro personas murieron y veinte vehículos cayeron al agua.
En eso se convirtió este concesionario de Omán por culpa del ciclón Guno. Una tempestad de arena que dejó semienterrados estos modelos.
Los bomberos, como estos de California, rescatan vehículos de los sitios más raros. Este rodó hasta un bosque tras salirse de la calzada.