El ingeniero ruso Vladimir Tatarenko lleva tres años trabajando en un dispositivo que permita a los pasajeros de un avión sobrevivir a un accidente aéreo. Y finalmente lo ha encontrado. La idea es tan (aparentemente) sencilla que parece mentira que no se le haya ocurrido antes a alguien. Su proyecto propone una aeronave en la que la cabina con el pasaje podría desprenderse del resto del aparato, y que descendería suavemente sobre el suelo con ayuda de varios paracaídas.