Bélgica se convierte en el primer país de Europa en utilizar una impresora 3D para construir una casa de dos alturas de una sola pieza 

En sólo 15 días, la ingeniera Marijke Aerts y su equipo han construido una casa de diez metros de altura y 90 metros cuadrados con la impresora 3D gigante ARCS. Se trata de la impresora en 3D más grande de Europa y ha podido construir una casa de una sola pieza usando hormigón.

En experiencias anteriores las piezas de la casa se imprimían por separado y se ensamblaban como si fuera piezas de LEGO. Esta es primera vez que se construye una casa de doble altura de una sola pieza con una impresora fija 3D, ya que hasta ahora solo se habían podido construir casas de una planta.

«Hemos impreso todo el edificio de una vez y en el sitio», Emiel Ascione, gerente del proyecto.

La construcción es tres veces más resistente que una casa construida con técnicas tradicionales, pero aún se tiene que comprobar si se mantendrá con el paso de los años. Por este motivo no está prevista que la casa se habite, el objetivo de su construcción ha sido únicamente mostrar a las empresas esta nueva tecnología.

La impresora 3D está formada por cuatro columnas de diez metros de alto sobre las que se desplaza el cabezal de impresión que deposita el hormigón. Con esta técnica de construcción se reduce en un 60% el material, el tiempo y el dinero empleado. Se ha tardado menos de dos días en construir los cimientos, los conductos internos, y las paredes interiores y exteriores. Este sistema de construcción no sólo es mucho más rentable que el tradicional sino que es más ecológico. Actualmente se tardan meses en construir una casa, mientras que con este método será es posible que estén listas en cuestión de días.

Instalar la impresora en el lugar sólo lleva un día. No se necesita ningún albañil, solo un operario que la encienda y la apague, encarga de supervisar la obra a través de un ordenador, y que finalmente limpie la instalación una vez esté terminada.

Con la construcción con impresora 3D se reduce en un 60% el material, el tiempo y el dinero empleados

La casa se encuentra ya terminada en Waterloo (Bélgica) y se ha financiado con 668.320€ por parte del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea. «El mayor beneficio es que no tienes límites en las formas. Además, es más rápido. Te lleva un poco más de tiempo hacer el diseño, pero luego la máquina hace sola el trabajo», explica la ingeniera y directora del proyecto, Marijke Aerts.

REFERENCIAS

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