Ahora, cuando todos hablan de la llegada del ser humano a Marte, la posibilidad de visitar otro planeta parece más real que nunca y quien diga que nunca soñó con ir al espacio, miente. Por ahora, lo más cerca que podemos estar de Marte es visitar Cantabria, más precisamente Arredondo, a una hora de Santander.

Allí se encuentra Astroland, una agencia española (la primera del país) cuyo objetivo es simular las condiciones marcianas. Para ello se ha construido una base de operaciones y una estación, Ares, a 1,5 kilómetros de profundidad en la cueva de Arredondo. Ares tiene espacio para que convivan hasta 10 personas y está equipada con una laboratorio perfectamente funcional, un área para dormir, una zona de ocio y la cocina. Obviamente allí no llega internet y la única forma de comunicación es mediante la base de operaciones. El “problema” es que los diálogos entre Ares y la base tienen un retraso de 8 minutos, igual que ocurrirá cuando lleguemos a Marte. Y esto como mínimo, porque las demoras pueden llegar a ser de hasta media hora dependiendo de la ubicación de los planetas.

Para llegar a Ares hay que llevar a cabo un descenso propio de espeleólogos experimentados, vestido con trajes de astronautas. Una vez allí se realizan diferentes misiones vinculadas a astrobiología, geología, química e ingeniería (el espacio cuenta con una impresora 3D último modelo). Todo esto no solo tiene el objetivo de evaluar cómo será la rutina de los primeros exploradores interplanetarios y responder a los desafíos cotidianos. También permite evaluar cómo se comportan los candidatos en un ambiente desconocido, sometidos a estrés y privados de intimidad.

Lo más interesante es que no solo se trata de una iniciativa científica de la que solo pueden formar parte personal de agencias espaciales. También la puede vivir cualquiera que visite las instalaciones de Astroland con un programa de 1 semana completa. Durante la primera parte de la misión se recibe información y formación. Hay exámenes médicos, nociones de diferentes ciencia, experiencias con equipo de laboratorio e impresoras 3D, escala, espeleología. Y luego sí, se desciende a la cueva para estar en Ares tres días completos.

No será Marte, pero después de tres días en ese entorno, más de uno se lo creerá.