Los pasaportes podrían quedar obsoletos con el reconocimiento facial y los smartphones, pero ya están surgiendo preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad

En los próximos años, el tradicional pasaporte de papel, un documento que ha sido piedra angular de los viajes internacionales durante más de un siglo, podría quedar pronto obsoleto. En su lugar, la tecnología de reconocimiento facial y los teléfonos inteligentes están a punto de convertirse en la nueva norma para la verificación de la identidad en los aeropuertos de todo el mundo.

Este cambio hacia la identificación biométrica no es una posibilidad lejana, sino una realidad que se acerca rápidamente. Los aeropuertos de numerosos países, como Finlandia, Canadá, Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Italia, Estados Unidos e India, ya están realizando pruebas de sistemas de viaje sin pasaporte. Singapur, por ejemplo, permite a sus residentes entrar y salir del país sin pasaporte físico, y está ampliando esta comodidad a los visitantes extranjeros que salen del país.

El afán por racionalizar la experiencia del viaje está impulsando esta tendencia. Athina Ioannou, profesora de análisis empresarial en la Universidad de Surrey, señala que la pandemia de Covid-19 ha acelerado la adopción de tecnologías de viaje sin contacto.

En el centro de este cambio tecnológico está el concepto de credencial digital de viaje (DTC). Desarrollado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de las Naciones Unidas, el sistema DTC consta de dos componentes clave: un elemento virtual que representa la información tradicionalmente almacenada en los chips de los pasaportes, y una parte física almacenada en el smartphone del viajero. Estos componentes están vinculados criptográficamente para garantizar la autenticidad y evitar la falsificación.

La aplicación de los sistemas DTC varía: en algunos casos, los viajeros deben llevar consigo el pasaporte físico, aunque no necesariamente presentarlo, mientras que las versiones más avanzadas pretenden eliminar por completo la necesidad de un pasaporte físico.

Aunque la perspectiva de reducir las colas en los aeropuertos es sin duda atractiva, la transición a los documentos de viaje digitales suscita importantes preocupaciones. Los expertos en privacidad advierten de la falta de transparencia que rodea a estas tecnologías y de la posibilidad de que se produzcan filtraciones de datos y aumente la vigilancia. La propia OACI reconoce riesgos como el «fraude por semejanza», la recopilación de datos delictivos, las caídas del sistema y la posibilidad de falsos rechazos en los sistemas de reconocimiento facial.

El desarrollo de sistemas de verificación por diversas empresas en todo el mundo añade otra capa de complejidad. «No sabemos realmente hasta qué punto son seguros estos sistemas», afirma Udbhav Tiwari, director de política global de productos de Mozilla. «El hecho es que todas estas empresas desarrollan estos sistemas a menudo lo hacen de maneras profundamente propietarias».

Adam Tsao, que dirige los esfuerzos de identidad digital en la empresa de seguridad Entrust, dijo a Wired que otra preocupación es quién manejará los datos, incluyendo quién puede acceder a ellos, por qué razones y cuánto control tienen sobre su uso. Tsao aboga por un enfoque preciso y controlado del intercambio de datos en nuestro mundo cada vez más digital. Sugiere que el escenario ideal consistiría en proporcionar sólo la información necesaria, durante un tiempo limitado, a las partes apropiadas y para fines específicos. Sin embargo, Tsao reconoce que alcanzar este nivel de precisión en la gestión de datos presenta importantes retos.

Quizá no sorprenda que la implantación de estos sistemas no haya estado exenta de polémica. En la India, el sistema de embarque por reconocimiento facial Digi Yatra se ha enfrentado a críticas por su introducción y los procesos de inscripción. «La forma en que está ocurriendo en la India ya no es voluntaria, y ya no es algo de lo que podamos responsabilizar al gobierno ni a nadie», afirmó Disha Verma, de la Internet Freedom Foundation.

El sistema Digi Yatra funciona en 24 aeropuertos del país y podría abrirse a ciudadanos extranjeros en 2025. Mientras tanto, los problemas de privacidad y cumplimiento de la normativa que ha suscitado el sistema no harán sino agravarse, ya que en la India hay planes para extender la tecnología de identificación a hoteles y monumentos históricos.