Según un nuevo análisis, el fenómeno meteorológico mundial El Niño puede reducir el crecimiento económico durante varios años

El fenómeno meteorológico de El Niño vuelve, y es probable que le cueste al mundo una enorme cantidad de dinero. Este es el resultado de un análisis del impacto económico del fenómeno meteorológico global, que Christopher W. Callahan y Justin S. Mankin, del Dartmouth College de New Hampshire, acaban de publicar en la prestigiosa revista Science. Los dos geocientíficos examinaron los costes económicos a largo plazo de los episodios de El Niño de 1982 a 1983 y de 1997 a 1998, para poder captar en toda su magnitud los costes.

Según el estudio, el crecimiento económico disminuye más de un diez por ciento en los años de El Niño en algunos países, y el efecto dura hasta 14 años. Los costes calculados por los dos investigadores son muy superiores a las cifras que arrojaban estudios anteriores.

El estudio es uno de los primeros que incluye las consecuencias a largo plazo, según el comunicado de prensa de la universidad. En una entrevista con USA Today, el economista Marshall Burke, de la Universidad de Stanford, también calificó de «convincente» el análisis de los dos investigadores.

El Niño es un fenómeno en el que las aguas del Pacífico tropical central son más cálidas de lo habitual, y esto afecta al clima en casi todo el mundo. Por ejemplo, Australia, India, el sudeste asiático, Sudáfrica y el Caribe son más cálidos y secos de lo normal, mientras que las lluvias invernales son más intensas en el sur de Estados Unidos. Investigaciones anteriores ya habían demostrado que los efectos influyen en el crecimiento económico de muchos países y también hacen fluctuar los precios de los alimentos y las materias primas.

Sin embargo, se discute la magnitud real de estos efectos. Algunos expertos consideran que son temporales y que no afectan al desarrollo económico a largo plazo. Callahan y Mankin, sin embargo, concluyen que los años de El Niño tienen un efecto a largo plazo sobre el crecimiento económico, de modo que los costes totales añaden sumas considerables a lo largo de los años. Según el estudio, de 1982 a 1983, El Niño costó 4,1 billones de dólares en pérdidas de ingresos en todo el mundo, y de 1997 a 1998 incluso 5,7 billones. Las mayores pérdidas se producen sobre todo en países que ya son económicamente débiles, principalmente en los trópicos.

Después de tres años de La Niña, el patrón opuesto en el que el Pacífico central es más frío, los expertos creen ahora que es inminente una vuelta a El Niño. En esta ocasión podría ser inusualmente fuerte, según advierten también los dos expertos. «La publicación me ha hecho preocuparme mucho más por el próximo y probablemente más fuerte El Niño», confirmó Burke a USA Today.

Además del impacto del patrón meteorológico en sí, el análisis también apunta al posible impacto del cambio climático en la economía mundial. Aunque ambos no son directamente comparables, el documento muestra que incluso un tiempo inusual en el contexto del clima pasado impone costes significativos y pérdidas de riqueza a largo plazo. Esto sugiere que los cambios debidos al cambio climático pueden tener efectos comparables, posiblemente, con un coste muchas veces superior al de estos fenómenos individuales.

REFERENCIA

Persistent effect of El Niño on global economic growth