Un reciente estudio, publicado en Jama Pediatrics, analizó cómo el consumo de agua potable se asociaba con la cantidad de calorías que los niños, adolescentes y adultos jóvenes consumen de bebidas azucaradas, incluidos los refrescos, las bebidas de frutas y las bebidas deportivas. Entre los 8.400 participantes en una encuesta (entre los 2 y los 19 años de edad). Los resultados muestran que una quinta parte señaló que no consumía suficiente agua a diario, algo que aumentaba, dependiendo de los factores sociodemográficos, el consumo de calorías provenientes de bebidas azucaradas. Ese aumento iba de 61 calorías a 122 calorías diarias, lo que representa hasta el 10% del consumo recomendado para niños de 4 a 8 años.
Los resultados también mostraron que aquellos que no bebían agua, consumían el doble de azúcar que los que sí lo hacían. Se trata, según los autores, de un conocimiento que permite una aproximación importante a la hora de abordar la obesidad infantil, un problema que, de mantenerse las tendencias, afectará a más de 70 millones de niños menores de 4 años en 2025.
Juan Scaliter