Vitaminas, minerales, depresión… Hasta ahora, la asociación era inequívoca. La ingesta de frutas, verduras y suplementos nutricionales parecían tener un efecto protector sobre este trastorno mental que provoca que más de 300 millones de personas en todo el mundo vivan con decaimiento, tristeza y ansiedad. ¿Estábamos en lo cierto? La revista JAMA acaba de publicar un trabajo que descarta la eficacia de los suplementos en la prevención. Su ingesta diaria no surte ningún efecto, según se desprende del MoodFood, el mayor ensayo clínico aleatorizado del mundo sobre el impacto de diferentes estrategias nutricionales en la prevención del Trastorno Depresivo Mayor (TDM).
En el estudio, liderado desde Mallorca, y que cuenta con científicos (psiquiatras y psicólogos) de la Universitat de les Illes Balears (UIB), participaron más de mil voluntarios con sobrepeso u obesidad a los que les fue detectado un riesgo de padecer una depresión, pero sin ella en el momento de ser incluidos en el estudio. Los participantes pertenecían a cuatro países europeos: Países Bajos, Reino Unido, Alemania y España. Fueron asignados de forma aleatoria para la toma de suplementos nutricionales que contenían ácido fólico, vitamina D, zinc, selenio, calcio, Omega 3 o bien la ingesta de píldoras de placebo. La mitad de los participantes además también recibió una intervención conductual de estilo de vida destinada a cambiar los comportamientos y patrones alimentarios.
“La ingesta diaria de suplementos nutricionales durante un año no impide de manera efectiva la aparición de un episodio depresivo mayor en esta muestra. Los complementos nutricionales no fueron mejores que el placebo”, han señalado los autores del estudio como conclusión. Tampoco las sesiones terapéuticas dirigidas a realizar cambios hacia una conducta alimentaria saludable impidieron la aparición de un episodio depresivo. Este trabajo se encuadra dentro de las líneas de investigación más avanzadas que relacionan los problemas psiquiátricos con el aparato digestivo, su función y sus equilibrios bióticos.
Uno de cada diez hombres y una de cada cinco mujeres sufren depresión clínica al menos una vez a lo largo de su vida. Se considera uno de los trastornos más prevalentes e incapacitantes en la Unión Europea, señalan los investigadores. Para ayudar a la población europea, el proyecto MoodFood ha desarrollado estrategias nutricionales basadas en la evidencia.
Sin evidencia
Los suplementos nutricionales no fueron mejores que el placebo. En cuanto a la terapia conductual que fomenta patrones alimentarios saludables, los resultados muestran que solo funciona si los participantes asisten a un número determinado de sesiones para mejorar su dieta y comportamiento alimentario.
Las conclusiones de los investigadores de MoodFood se pueden resumir en tres. En primer lugar, la dieta saludable rica en fruta, verdura, harinas no refinadas, pescado, legumbres y aceite de oliva, puede reducir el riesgo de síntomas depresivos. En segundo lugar, en personas con obesidad, la pérdida de peso puede llevar a una reducción de los síntomas depresivos. Por último, la evidencia actual no apoya el uso de suplementos nutricionales para prevenir la depresión.
Gran avance en forma de spray
Tal es el alcance de este trastorno, que el avance en sus estrategias no deja de sorprender. La FDA acaba de aprobar el uso de un aerosol nasal para los casos más difíciles. Este nuevo fármaco se llama Spravato y está compuesto de ketamina, conocida por sus propiedades analgésicas y anestésicas. Debido a sus graves efectos adversos y al potencial uso indebido o abuso, solo está disponible a través de un sistema de distribución restringido. Se reserva para pacientes con trastorno depresivo mayor que han probado ya al menos otros dos tratamientos antidepresivos, sin ningún éxito.
El hospital psiquiátrico Sainte-Anne de París, que ha participado en varios de los ensayos clínicos, confirma que se trata de un avance importante en el tratamiento de la depresión, pero advierte del riesgo de convertirlo en una droga recreativa. La ketamina, conocida como Special K o Kit Kat en Estados Unidos, actúa como una droga eufórica: aumenta las percepciones sensoriales y a veces puede dar una sensación de disociación con el propio cuerpo.
Marian Benito