Poco más de un mes atrás, la compañía Royole, presentaba el Royole FlexPai, un móvil plegable que llegó a las noticias, pero no pasó de allí. Ahora le tocaba a Samsung. En un evento transmitido por streaming desde San Francisco, la empresa coreana presentó cuatro móviles, diferentes wearables y varios avances en software y asistentes inteligentes. Pero quien se llevó toda la atención fue el Galaxy Fold, la primera apuesta de uno de los grandes por un móvil plegable.
La apuesta por este tipo de dispositivos enfrentaba varios desafíos. En primer lugar, obviamente, la pantalla (este es el primer móvil con tecnología Dynamic AMOLED). Para ello fue necesario desarrollar nuevos materiales que no solo sean flexibles, sino también resistentes. Samsung ha desarrollado una nueva capa de polímero que permite reducir el grosor de la pantalla aproximadamente un 50%.
También era necesario crear un mecanismo de bisagra que fuera intuitivo, fácil de usar, resistente al tiempo e “invisible”. La solución fue utilizar un conjunto de engranajes entrelazados bajo la pantalla.
Finalmente estaba el problema de la batería. Puede ser relativamente sencillo desarrollar un polímero para la pantalla y bisagras ocultas, pero, ¿cómo se dobla una batería? La respuesta de samsung fue sencilla: no se dobla, se duplica. El Galaxy Fold lleva dos baterías (en total 4.380 mAh) capaces de sincronizarse para actuar como una sola. De hecho, gracias a la la tecnología Wireless Power Charging, permite cargar otros dispositivos, es decir, el Galaxy Fold puede actuar también como batería.
Una vez desplegado, este “smartfold” pasa de 4,6 a 7,3 pulgadas, suficiente para abrir hasta tres aplicaciones al mismo tiempo (y verlas con nitidez), por ejemplo, navegar, enviar mensajes de texto y ver contenido audiovisual.
¿Es este el futuro de los móviles? Sin duda la capacidad de desplegar una pantalla y visualizar contenido audiovisual con mayor calidad será una demanda cada vez más importante: las cifras señalan que el año pasado casi el 80% de las personas que veían vídeos, lo hacían en un móvil. Al mismo tiempo, el mercado de los videojuegos en teléfonos móviles alcanzará este año los 70.000 millones de euros y el 20% de los jugadores, usan estos dispositivos como plataforma preferida.
Pantallas desplegables, buen sonido, tecnología táctil… solo falta poder unir varios de ellos y crear un ecosistema de entretenimiento.
Juan Scaliter