Si vivieras en Japón, no tendrías que sacar el abono transporte cuando quisieras coger el metro. Bastaría con que agitaras tu móvil en las barreras de entrada para acceder libremente a los andenes. Una vez dentro, encontrarías unas pantallas luminosas en las que te sugerirían diferentes productos que podrías comprar. Sería suficiente con que colocaras el teléfono sobre la opción deseada para elegir, por ejemplo, el menú que unas horas más tarde te servirían en la oficina. No es ciencia ficción. Es lo que ya ocurre en algunos países asiáticos. Acostumbrados a vivir ya casi sin dinero físico, los japoneses, junto con los surcoreanos, están a la cabeza en el pago con móvil, mientras que en Europa empieza ya a implantarse.

Algunas compañías telefónicas como Vodafone y entidades bancarias como BBVA y La Caixa ofrecen estos servicios. Su principio de funcionamiento se basa en la tecnología NFC(Near Field Communication),una serie de estándares para la transferencia de información de forma segura en distancias inferiores a un par de centímetros. Para que pueda llevarse a cabo hay que disponer de un móvil preparado para albergar en su chip este protocolo, además de una tarjeta SIM especial NFC, en la que se almacenen de forma encriptada las claves de las tarjetas que descargue en su teléfono. Cómoda y ambiciosa, la tecnología NFC permite salirse del constreñido monedero prepago para cargar directamente en la tarjeta de crédito el importe a pagar con el único límite que cada uno tenga en su entidad. Es algo así como si tu teléfono fuera tu tarjetero. Compras un artículo, despliegas en la pantalla del smartphone la aplicación que te muestra las opciones de pago que tienes asociadas, eliges la que consideres, acercas el móvil al TPV (terminal de punto de venta), metes tu contraseña y ¡listo!

Tu teléfono móvil será tu nuevo tarjetero
Es lo mismo que ofreceGoogle Wallet,que al igual que Vodafone y dentro de poco Movistar, actúan como intermediarios entre el comerciante y tu bolsillo. Todo, claro, con las correspondientes aplicaciones. Uno delas últimas en llegar es Twyp, auspiciada por ING Direct. Se trata de una tarjeta virtual de recarga que permite transacciones entre amigos. También PayPal.Me ofrece un sistema de pago virtual con el teléfono. Su funcionamiento es sencillo. Cada usuario tiene una URL personalizada y directamente enlazada a su cuenta de PayPal. El receptor del pago sólo tiene que compartir su URL personalizada a través de cualquier plataforma (correo electrónico, mensaje de texto, WhatsApp, post en redes sociales, blog o web). El emisor solo tiene que completar el enlace y completar el pago en cuestión de segundos. El dinero llega a la cuenta PayPal del receptor de forma instantánea.

Es en el conocimiento de los hábitos de compra de los usuarios donde se va a librar la gran contienda. “A los jugadores de esta singular batalla les gustaría integrar también en el teléfono la tarjeta de puntos, oloyalty card,tipo Iberia Plus, Mango, etc., junto con las del banco”, explica el experto en nuevos sistemas de pago Víctor Escudero. “Imagina, por ejemplo, que un operador de telefonía tuviera la información de qué tarjetas tienes asociadas, cuándo pagas con cada una ellas, etc. Dispondría de una enorme ventaja competitiva”.

En España ya hay más de 600.000 establecimientos que aceptan el pago con el móvil
Vodafone ya ha establecido los cimientos de esta nueva vía. “Su servicioWalletestá preparado para albergar todas las tarjetas de fidelización o de transporte, y poco a poco irá integrando otras utilidades”, explica Ibo Sanz, director deMobile Commercede Vodafone España.

En juego está un mercado de 4.300 millones de usuarios de telefonía en todo el mundo y su capacidad de compra. “Si encontráramos una forma sencilla que permita realizar la compra tan pronto como aparece el deseo, lograríamos aumentar las ventas”, dicen los expertos. La experiencia de Japón y Corea demuestra que están en lo cierto. En estos países, la cifra de negocio de los supermercados que han permitido adquirir productos mediante pantallas desplegadas en lugares públicos ha aumentado un 25%.

Produce cierta inquietud meter los datos de la tarjeta, código CVV incluido, en el móvil. ¿Y si lo pierdo? Basta una llamada al call center del operador para bloquear todos los servicios. “No es fácil que te pirateen los datos en cualquier esquina”, opina Víctor Escudero. “Cierto que una persona, a varios metros de ti, es capaz de acceder a tus información, pero para hacerlo necesitará, además de una antena de gran potencia, ordenadores portátiles, software hecho a medida capaz de descifrar lo que hay dentro del chip… y enormes conocimientos de informática. Mucho más complicado para un caco, en cualquier caso, que sustraerte la cartera del bolsillo en un momento de descuido”.

Redacción QUO