En 1528, un barco español naufragó frente a las costas de Florida. Años después, los únicos cuatro supervivientes de aquel suceso, entre ellos Cabeza de Vaca ,llegaron al territorio del actual México. En el relato de las aventuras que habían vivido, se hicieron eco de relatos de los indios que hablaban de un lugar mítico llamado Cibola, una ciudad en la que los edificios supuestamente estaban hechos de oro.
Así, en 154a se puso en marcha una colosal expedición dirigida por Francisco Vázquez de Coronado, y formada por trescientos soldados españoles y varios centenares de indios aliados. El objetivo principal era buscar la legendaria Cibola pero, aunque nunca la encontraron, aquellos expedicionarios fueron los primeros en explorar el sudoeste de los actuales Estados Unidos.
Recorrieron las actuales Arizona, Texas y Nuevo México. Y llegaron incluso hasta Kansas. Y en el transcurso de esa misión, tuvieron contacto con los indios navajos zunis,apaches y comanches, entre otras tribus.
Y, ahora, unas excavaciones realizadas cerca de Albuquerque, en Nuevo México, han servido para encontrar los restos de la que pudo ser una de las primeras batallas entre los conquistadores españoles y las tribus indias del actual territorio estadounidenses.
Los arqueólogos han hallado balas de mosquete y restos de metralla, además de fragmentos de una armadura española. Y junto a ellos, puntas de flecha y hachas. Hallazgos que sugieren que en aquel lugar se libró un gran combate.
Por el análisis de los restos de las armas indígenas, se cree que los guerreros que se enfrentaron a los hombres de Coronado podían ser apaches.
Fuente: Archeological Institute of América.
Vicente Fernández López