Eso de que España depende energéticamente de Francia es un mito. Del total de electricidad que consumimos, solo un 1,6% tiene origen galo. Y además, el balance comercial es positivo para España: vendemos más a Portugal que lo que importamos de Francia.
Eso sí, como la mayoría de miembros de la UE, dependemos del petróleo y del gas importados.
Redacción QUO