Porsche, por fin, ha terminado sucumbiendo a la tentación de lanzar un deportivo con cuatro plazas. Algunos aficionados acusan a la marca de traición, pero lo cierto es que les estaba haciendo falta un modelo que, sin perder el espíritu de la casa, no tuviera las limitaciones de los biplaza.
El Panamera, con una cierta similitud con el 911, verá la luz en verano de 2009 con una interesante habitabilidad interior en las plazas traseras. No en vano mide 4.970, lo que lo convierten en uno de los coches más largos del mercado. Montará motores en V de seis y ocho cilindros con un abanico de potencias que va desde los 300 hasta los 500 CV y, como ya es tradición en la casa, tracción trasera, aunque la integral está en opción.
Redacción QUO