Lo importante es despegar
Y no importa cómo. La pluma de los pájaros cumplía la función prioritaria de calentar el cuerpo, y además se reveló como una forma perfecta para permitir el vuelo. Pero no son imprescindibles las plumas para despegar; y si no, que se lo pregunten a los murciélagos. Una capacidad tan extraordinaria fue tenazmente perseguida por el ser humano. La selección cultural permitió encontrar la manera de imitar a pájaros y murciélagos, aunque por caminos distintos.
Redacción QUO