Las bondades de la esfera
Representa el mayor volumen con la mínima superficie en contacto con el exterior, lo que permite preservar el calor mejor que cualquier otra forma.
Los huevos esféricos pierden lentamente el calor que se produce en su interior (en realidad, la gallina cuando incuba hace de manta, es decir, evita que el huevo se enfríe; pero no lo calienta, el calor fluye del huevo hacia la gallina, o sea, ¡es el huevo el que calienta a la gallina!). La forma esférica también dificulta un ataque a mordiscos por unas fauces cuyo diámetro no sea mucho mayor que el de la esfera. Así, las esferas vivas protegen como mínimo contra el enfriamiento y la depredación. Proteger, he aquí la presunta función de ciertas esferas de ciertos objetos vivos en ciertos ambientes.

Redacción QUO