Louann Brizendine no ha encontrado la barita mágica que entierre para siempre la guerra de sexos, pero sí algunas de las claves que explican por qué se produce. La neurosiquiatra norteamericana ha buceado en el cerebro del hombre y en sus hormonas para averiguar por qué es más agresivo que las mujeres, por qué le cuesta expresar sus sentimientos o por qué se duerme después de practicar el sexo. El resultado de ese viaje lo recoge en El cerebro masculino (RBA), un manual de instrucciones para maneja mejor, en el buen sentido del término, a los hombres.
¿Cuál es el mayor prejuicio de las mujeres sobre los hombres y viceversa?
Ellos piensan que las chicas son excesivamente sentimentales y que sólo buscan un compromiso, y ellas que los hombres sólo quieren sexo.
¿Es cierto que los hombres “siempre piensan en los mismo?
El cerebro masculino piensa en el sexo hasta tres veces más que el femenino, pero también piensa en el amor, la vida en común y se prepara para ser un buen padre.
¿Cómo?
El deseo sexual baja porque desciende el nivel de testosterona, y en cambio aumenta la prolactina, una hormona que convierte al hombre en un cuidador. Por ejemplo, cuando nace el bebé, el padre puede oir los gritos del niño mucho mejor que la madre, de lo que deducimos que algo ha cambiado en su cerebro que vuelve sus sisttema auditivo mucho más sensible.
¿Entonces no son esclavos de la testosterona?
Esclavos no, pero la testosterona marca la diferencia entre el cerebro del hombre y el de la mujeres porque hace que en el cerebro masculino crezca más la zona dedicada a la persecución sexual.
¿Y de otras hormonas?
No, pero sí explican algún comportamiento típicamente masculino. Por ejemplo, la oxitocina es la responsable de que a los chicos les entre sueño después de practicar sexo. La descarga de esta hormona se produce en el hipotálamo, activando el centro de la somnolencia.
¿Existe el “gen de la infidelidad’?
Hay un gen que puede jugar un papel clave: el gen receptor de la vasopresina. En los seres humanos se han identificado 17 longitudes diferentes de este gen, y se ha comprobado que los hombres con la versión más larga son más propensos a casarse, y sus mujeres tienen más probabilidades de tener una pareja fiel.
Los infieles pueden poner como excusa que tienen la versión corta de ese gen.
Los genes no pueden ser una excusa para que un hombre se comporte mal, pero conocer su influencia puede ayudar a que los hombres se entiendan mejor a sí mismos y a que las mujeres lo entiendan mejor a ellos. Pero comprender la biología humana no les da un salvoconducto a los hombres para no ser civilizados.
Hablando de civilización, ¿El cerebro del hombre está mas predispuesto a la violencia que el de la mujer?
Los hombres son veinte veces más agresivos que las mujeres.
No explica la violencia machista, ¿pero tiene alguna relación?
Tiene que ver con el aspecto territorial del cerebro masculino. Los hombres sienten que su mujer es parte de su territorio y quiere evitar a toda costa que entre en él otro hombre. Si piensa que puede ocurrir, estimula su agresividad.
Redacción QUO