Una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de California vuelve a confirmar nuestras sospechas: el cerebro de hombres y mujeres es notablemente diferente. En este caso, los científicos midieron la actividad cerebral mediante resonancia magnética y se percataron de que los cerebros de ambos géneros tenían respuestas opuestas ante los estímulos.

Esta diferencia se apreciaba en la parte delantera derecha de la corteza insular, responsable de las emociones, la presión arterial y la autoconciencia. Mientras que la de los hombres mostraba una mayor actividad, la de las mujeres ofrecía una menor respuesta. «Este es un área del cerebro muy importante» explica Paul Macey, autor principal del estudio. «El área está relacionado con el estrés, el ritmo cardíaco y la presión arterial alta. Es probable que las mujeres que ya habían activado esta región a consecuencia de estrés psicológico, por lo que en el momento de la prueba es posible que fuese imposible estimularlo más. Sin embargo, también existe la posibilidad de que esta región de nuestro cerebro esté conectada de una forma distinta en hombres y en mujeres».

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de la UCLA utilizaron la maniobra de Valsalva, con el fin de aumentar la presión arterial y poder medir con eficacia la actividad cerebral. Fue entonces cuando se percataron que había notables diferencias entre ambos géneros.

Para conocer más a fondo las razones, los científicos necesitar seguir investigando. Según explican, «las diferencias en la estructura y la función de la ínsula en los distintos sexos pueden provocar diferentes síntomas clínicos en algunos trastornos médicos«.

Fuente: newsroom.ucla.edu

Redacción QUO