Psicólogos, sociólogos y expertos en conducta y neurociencias, sabían que el principio ético de la justicia se comienza a formar en los primeros años de vida. Pero ahora se ha demostrado con un experimento.
El concepto de justicia desempeña un papel fundamental en las relaciones humanas y es una de las bases del funcionamiento de cualquier sociedad. Aunque ya se sabía que este principio ético se empieza a formar durante la niñez, ahora un equipo internacional de científicos lo ha querido comprobar con un experimento real. Investigadores de universidades de Estados Unidos, Canadá y Senegal, han seleccionado 1.732 niños de entre 4 y 15 años de distintos países (Canadá, India, México, Perú, Senegal, Uganda y Estados Unidos). Los menores fueron divididos en parejas y, aleatoriamente, se les daba un caramelo a cada niño o uno de ellos recibía 4 y el otro 1. De los dos niños, uno tenía el rol de decidir si aceptaba el reparto. Si se negaba, ambos se quedaban sin dulces. El resultado, prácticamente unánime, fue el rechazo de los niños a la desigualdad. Los resultados se han publicado en la revista Nature.
“Queríamos observar el comportamiento de los niños cuando se encontrasen en una situación de desigualdad, lo cual implicaba examinar las dos caras de la moneda: cuando uno recibía más que el otro y cuando recibía más”, explicó Peter Blake, investigador en la Universidad de Boston (EE UU) y coautor del estudio, a la agencia SINC.
Quienes más se opusieron a un reparto injusto fueron los mayores de tres países: Canadá, Estados Unidos y Uganda.
Los resultados obtenidos constituyen un primero paso, el segundo es realizar estudios en niños de sociedades forrajeras, horticultoras o pastoriles para conocer cómo influye la cultura en este tipo de comportamiento.

Juan Scaliter