Aún van a la guadería, pero pueden salvarte la vida. Los niños de cuatro y cinco años son perfectamente capaces de llevar a cabo una asistencia básica en caso de emergencia, como ha demostrado un grupo de ellos en un estudio dirigido por Georg Bollig, de la Universidad de Bergen (Noruega).

Se les enseñó a aplicar cinco reglas básicas, una por cada dedo de la mano: mirar a la persona, hablar con ella, tocarla para intentar depertarla, llamar al servicio de emergencias y quedarse a su lado reconfortándola. También aprendieron a colocarse unos a otros en una postura segura y a mantener una vía respiratoria abierta en el «accidentado».

Al cabo de dos meses, «todavía eran capaces de distinguir si la persona estaba inconsciente o dormida, recordar el teléfono de emergencias y describir dónde se hallaban», según el Dr. Bollig.

Los autores del estudio, publicado en el Scandinavian Journal of Trauma, Resuscitation and Emergency Medicine, insisten en que fomentar este tipo de habilidades en ya desde la guardería les ayudará a tener confianza en su capacidad de ayuda en un momento crítico. Actualmente, el miedo a empeorar las cosas es la causa más frecuente para que los adultos no presten asistencia en los primeros momentos de un accidente, a pesar de que con una intervención rápida se podrían salvar muchas vidas.

Pilar Gil Villar