Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) provenientes de la quema de combustibles fósiles se redujeron en un 1,3% entre 2008 y 2009 como consecuencia de la crisis financiera, según concluye un estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
No obstante, la disminución es sólo la mitad de lo que predecían los datos de otro informe publicado en dicha revista en relación a 2009, según los responsables del estudio, liderados por Pierre Friedlingstein, de la Universidad británica de Exeter. La explicación se debe en parte a que las reducciones en la intensidad de carbono (la cantidad de emisiones de combustible fósil por unidad de producto interior bruto) fueron menores de lo previsto.
El equipo de Friedlingstein analizó las estadísticas sobre el consumo de energía a nivel de país, y las tradujeron en emisiones de CO2. Entre las conclusiones, destaca que el cambio en las emisiones de CO2 entre 2008 y 2009 varía significativamente según el país, con reducciones de entre un 7% y un 12% en Europa, Japón y América del Norte, y un aumento considerable en las economías emergentes como China.
En 2009, el mundo arrojó a la atmósfera casi 34.000 millones de toneladas de CO2, 453 millones de toneladas menos que en 2008. Ahora bien, es probable que la contaminación por CO2 vaya en aumento y alcance un nivel sin precedentes en 2010, según los autores del estudio.
La generación de energía para las fábricas, automóviles o aviones mediante la quema de combustibles fósiles produce emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, implicados en el cambio climático.
Redacción QUO