La gripe es un virus muy difícil de combatir, ya que muta tan rápidamente que cada año hay que formular una nueva vacuna. Sin embargo, el microbiólogo Peter Palese y varios colaboradores en la Escuela de Medicina de Mount Sinai en Nueva York podrían lograr una vacuna universal y de larga duración contra esta enfermedad, como señalan en un artículo de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El trabajo de los investigadores ha demostrado efectos protectores en roedores contra tres cepas de la gripe. La protección va desde grados leves (contra la hemaglutinina 1, como la de la gripe H1N1 o gripe «porcina»), pasando por medios (contra la gripe aviar del subtipo H5), a absolutos (contra el común subtipo H3 de la gripe). Los científicos reconocen que todavía se está lejos de conseguir el objetivo, pero aseguran que hay potencial para lograr una vacuna universal contra la gripe.
La vacuna experimental de Palese se dirige a una parte de la proteína hemaglutinina que se mantiene relativamente estable en el tiempo, dando lugar a sus amplios efectos de inmunización. Normalmente, cuando una persona ha estado expuesta a una cepa en particular, los anticuerpos previenen su reingreso en el futuro. No obstante, si el virus muta, la respuesta inmune tiene que empezar desde cero.
Las vacunas contra la gripe actuales se cultivan en huevos de gallina y tardan seis meses en producirse en masa. Sin embargo, la vacuna de Palese se crea en torno a un péptido realizado en el laboratorio. Según el investigador, el pequeño segmento de proteína puede ser sintetizado en un tiempo relativamente corto y fabricado de forma económica. Asimismo, al basarse en una parte de la hemaglutinina que no está sujeta a las mismas presiones de mutación del sistema inmune, es menos probable que pierda su eficacia con el tiempo.
Redacción QUO