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Juan José Badiola: Virólogo y patólogo, director del Centro de Investigación de Enfermedades Transmisibles Emergentes de Zaragoza, miembro del Comité Científico Asesor de la Gripe A del Ministerio de Sanidad y Presidente de la Comisión Científica Asesora de la Gripe A para la Comunidad de Madrid. Wolfgang Wodarg
Médico por la Universidad de Hamburgo. Realizó postgraduados en medicina interna, neumología y epidemiología. Hasta el 25 de enero fue el presidente de la Comisión de Salud del Consejo Europeo.

¿Estaba justificada la declaración de la gripe A como pandemia?

Juan José Badiola: Una pandemia hace referencia al grado de propagación de una enfermedad, en este caso infecciosa. Y no necesariamente se refiere a la gravedad de la misma. Creo que la gente ha confundido gravedad con grado de propagación. No sabemos cuánta gente se infectó realmente. Es posible que haya habido 20 ó 30 veces más de las cifras que se conocen. Quitando algunos países, como Groenlandia, ha habido casos en todo el mundo. Ha habido una gran propagación, y eso es una pandemia. Wolfgang Wodarg: Me llamó la atención que en 2009 la OMS cambiara la definición de pandemia y dejara de lado dos características muy importantes: alta morbilidad y alta mortalidad. Son criterios muy importantes porque la OMS, sin ellos, puede declarar cada año una pandemia que no tiene sentido, ya que confunde a la gente. Muchos estados (Gran Bretaña, Japón, China…) aseguraron que no era bueno que se cambiara la definición, porque sin estos criterios se creaba pánico en el público y generaba mucho gasto de dinero. Antes, la definición se entendía muy deprisa y no había duda entre las personas. Pero según la nueva definición de pandemia, sí estaba justificada.

¿Qué habría pasado si la OMS no hubiera declarado pandemias el SARS, las gripes aviar y A…?

J.J.B.: Imagínese que se hubiera muerto mucha gente, ¿qué se diría entonces? Ahora se puede decir que la OMS se gastó más dinero de la cuenta. Pero cuando la OMS en abril comenzó a tener noticias de personas que enfermaban de una gripe, se hablaba de un virus que se propagaba rápidamente. Se identificó en el OCD de Atlanta como un virus nuevo, recombinado de una manera francamente llamativa: de él formaban parte cuatro procedencias genéticas, tenía componentes porcinos, humanos y aviares. Y se tenía como francamente peligroso… Todas las pandemias del siglo XX han sido provocadas por un virus de origen animal. Yo entiendo que la OMS tenía que hacer eso. W.W: Si la OMS no hubiera declarado pandemia, no habría pasado nada. Si no cambiamos la definición, tendremos una pandemia cada año, y luego no pasará nada. Necesitamos una alarma si de veras sucede algo, si hay una catástrofe. Pero no veo que esto ocurra como dicen algunos especialistas.

España compró 37 millones de dosis de la vacuna. ¿Fue demasiado?

J.J.B.: España hizo en aquel momento lo que creía que tenía que hacer: había una enfermedad que se estaba propagando de forma muy rápida, que estaba provocando algunos fallecimientos, y las vacunas eran para prevenir esa enfermedad. En ese momento había países que optaron por vacunar al 100% de la población. Al final, el virus ha sido menos patógeno de lo que se creía en un principio. Tampoco ha habido unanimidad del valor de la vacuna en los ámbitos médicos. Algunos profesionales dudaban, y cuando algunos ciudadanos les escuchaban, es normal que tuvieran reparos respecto de la eficacia de la vacuna. Esto motivó que hubiera un bajo índice de vacunación. W.W: Yo ya había visto en abril pasado que había pocos casos de gripe y que no era peligrosa. Creo que una vacuna extra contra la gripe A no era necesaria. En Polonia no se ha comprado ninguna dosis. La ministra de Salud polaca es médica, y ella estaba al tanto porque sabe mucho de salud pública.

¿Beneficia a alguien que se haya declarado una pandemia?

J.J.B.: No se me ocurre pensar que la OMS se pueda dejar
influir por intereses de particulares, en este caso farmacéuticas. Eso no quiere decir, como expresó el responsable de la organización, que alguna persona que haya sido asesora no haya tenido alguna connivencia. Eso puede ser. Los humanos somos así. Puede que haya personas que no hayan visto un conflicto de intereses.
W.W: Hemos pedido a la OMS que nos dijera a cuántos científicos preguntaron para decir que el N1H1 era una amenaza, pero no nos han dado evidencias de quiénes o cuántos lo dijeron. Muchos científicos dicen que es irresponsable lo que digo, pero no dicen por qué. Los científicos que decían que sería una pandemia se han equivocado, y ahora les resulta difícil justificarse.
También creo que es una locura que haya una vacuna contra la pandemia y otra contra la gripe estacional, porque mientras una de las vacunas queda como siempre, la otra permite a la industria prepararse con patentes y monopolios.

Sars, gripe aviar, gripe A… Todas declaradas pandemias. ¿No resulta lógico que se desconfíe de la OMS?

J.J.B.: Creo que no se debería desacreditar a la OMS: puede traer consecuencias. Es como el cuento: “Que viene el lobo, que viene el lobo”, y a lo mejor algún día viene. O vuelve. Porque en la historia de las pandemias suele haber una, dos o tres oleadas. Probablemente la gripe A no haya dicho la última palabra. No se puede descartar que en algunos meses produzca nuevos afectados. Los virus de la gripe son expertos en recombinación, y podrían unirse con otros virus de la gripe, humana o animal, y ser más patógenos. Aparte, nosotros tenemos un buen sistema sanitario, pero ¿y los países que no? Para ellos existe la OMS. W.W: Es la segunda vez que debemos investigar una situación similar. Con la gripe aviar sucedió lo mismo; se declaró pandemia y no pasó nada. No podemos creer a la OMS. Necesitamos una agencia en la que podamos confiar. Creo que en estos momentos la OMS no sirve para nada.

Juan Scaliter