Por mucho que lo diga el refranero, de lo que se come no se cría. Una nueva investigación elaborada por el equipo de la Escuela de Salud Pública de Harvard ha descubierto que aquellos hombres que tienden a abusar de las carnes procesadas, como beicon o salchichas, tienen el riesgo de reducir de forma drástica la calidad de su esperma. En cambio, aquellos hombres que tienen una dieta rica en pescado les sucede lo contrario: sus espermatozoides están más sanos que los de sus colegas más carnívoros.
El estudio, presentado el pasado el lunes en Boston en el Congreso de Medicina Reproductiva, tenía objetivo averiguar cómo afectan al consumo humano las hormonas naturales y sintéticas que se dan a los animales para estimular su crecimiento.
Los investigadores analizaron más de 350 muestras diferentes de semen de 156 hombres distintos. Después se les realizó una encuesta para conocer sus hábitos alimenticios. Tras analizar los datos y contrastarlo con el esperma cedido por los participantes, encontraron que aquellos que toman en exceso carnes procesadas mostraban «un efecto negativo en la morfología de los espermatozoides«, lo que puede contribuir a la infertilidad.
Redacción QUO