Gracias a imágenes ópticas e infrarrojas profundas tomadas inicialmente por el telescopio espacial Hubble, un equipo de astrónomos norteamericanos ha descubierto la galaxia más distante jamás hallada. Según el estudio, que se publicará online este jueves en la página web de Nature, la galaxia puede observarse como era tan solo 700 millones de años después del Big Bang, cuando el universo solo había cumplido un 5% de su edad actual (13.800 millones de años). Este descubrimiento ha sido posible tras contrastar las imágenes iniciales del Hubble, con observaciones de seguimiento con el Telescopio Keck (Hawái).
Para realizar las mediciones que les llevarían tan lejos, los investigadores utilizaron la espectroscopia, que analiza la interacción entre la radiación electromagnética y la materia, con absorción o emisión de energía radiante. Mediante esta técnica, los científicos pueden saber cuánto se ha desplazado la longitud de onda de la luz de una galaxia hacia el rojo final del espectro en su viaje de la galaxia a la Tierra, fenómeno que se conoce como redshift (desplazamiento hacia el rojo). Gracias a éste, y teniendo en cuenta que las distancias de las galaxias y la velocidad de expansión son proporcionales, los astrónomos pueden obtener el dato de a qué distancia están las galaxias.
El hallazgo ha sido posible gracias a un nuevo instrumento instalado en el Telescopio Keck: MOSFIRE, una herramienta de alta precisión y sensibilidad que tiene como único objetivo detectar la luz infrarroja.
Según declaraciones de Bahram Mobasher, miembro del equipo de investigación y profesor de Física y Astronomía Observacional, para Europa Press: «Lo que hace de esta galaxia única, en comparación con otros descubrimientos de este tipo, es la confirmación espectroscópica de la distancia«. Según explica el astrónomo norteamericano, esto se debe a que la luz viaja a una velocidad aproximada de 300.000 metros por segundo, lo que provoca que cuando miramos objetos distantes, los vemos tal y como eran en el pasado.
«Al observar una galaxia tan atrás en el tiempo, podemos estudiar la primera formación de las galaxias», explicó. «Al comparar las propiedades de las galaxias a distintas distancias, es posible explorar la evolución de las galaxias a lo largo de la edad del universo», añadió el profesor Mobasher.
Redacción QUO