El 12 de junio de 1962, tres reclusos protagonizaron una de las fugas más espectaculares de la historia. Frank Morris y los hermanos Clarence y John Anglin se escaparon del penal situado en la isla de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, considerado uno de los más seguros del mundo. Pero su rastro se perdió en el mar. Jamás se supo si habían logrado cruzar la bahía o si perecieron en el intento.
Pero ahora, Rolf Hut, un investigador de la Universidad Tecnológica Delft, en Holanda, asegura que los fugitivos pudieron haber sobrevivido a su aventura. Usando un software para la simulación de corrientes y de fenómenos hidráulicos,y estudiando las condiciones del mar en la noche de autos, Hut ha llegado a la conclusión de que si los tres hombres se lanzaron al agua antes de las 23,00 horas de aquella noche, habrían perecido seguramente, ya que las poderosas corrientes los habrían arrastrado mar adentro donde morirían ahogados.
Pero si lo hicieron entre las 23,00 y las 24,00 horas entonces si que habrían tenido una posibilidad de salvarse. Ya que en ese período de tiempo las corrientes amainaron lo suficiente como para permitir quer los tres hombres llegaran nadando a tierra firme. «Obviamente, eso no demuestra que se hayan salvado, pero plantea la posibilidad de que así fuera», explica el investigador.
Desde 1962 nunca se ha vuelto a sabrer nada de los tres fugitivos. Tan sólo, que la madre de los hermanos Clarence estuvo recibiendo cada año un ramo de flores anónimo en el día de su cumpleaños hasta su muerte en 1973. ¿Se los enviarían sus hijos?
Redacción QUO