Buena pregunta, porque lo cierto es que a la altura que se vuela hay una gran escasez de oxígeno, y una escasa presión atmosférica que nos impediría respirar. Así que hay que reproducir una atmósfera respirable para el hombre.
Pero claro, la altitud a la que está acostumbrado un vecino de La Paz (Bolivia, 3.650 m) no es la misma que la de un habitante de Bruselas (56 m), así que se han establecido estándares. Desde Iberia nos cuentan que en la cabina de un vuelo doméstico (a 24.000 pies, unos 7.300 metros) se simula un ambiente de 1.800 m, y en un viaje transoceánico (30.000 pies, unos 9.000 m), se presuriza como a 1.800 m.
Enviada por Gemma Rodríguez Lorenzo, Madrid
Redacción QUO