Recubriendo diminutas partículas de sílice con melanina, un pigmento que combate el daño en los radicales libres del ADN, e inyectando estas nanopartículas en ratones, los investigadores consiguieron proteger a los animales de algunos de los daños inherentes a la exposición radiactiva.
Si el tratamiento demuestra su efectividad en el ser humano, las inyecciones podrían ser utilizadas para proteger a los astronautas o a otras personas en cuya rutina laboral está presente la radiación.
Redacción QUO