Esta semana se está llevando a cabo en Hawaii, el 13er Simposio Internacional de Arrecifes de Corales. Allí, John E. Fauth, biólogo de la Universidad de Florida, presentó un estudio en el que destaca que muchos de los corales, supuestamente sanos, que se están utilizando para repoblar zonas afectadas por el blanqueo de corales, “son en verdad zombis, muertos vivientes, que no tienen capacidad reproductiva. Es muy desalentador y no son buenas noticias para nada”, explica Fauth, que tomo muestras de 34 sitios diferentes del Caribe y de 327 colonias de corales para realizar el estudio.
Entre las conclusiones del trabajo, destaca que los arrecifes con mayor afluencia turística son los más perjudicados. Eso se une a un creciente número de evidencias que señalan a turistas y submarinistas como factores determinantes para la salud de lo corales.De hecho, un estudio del año pasado, también realizado por Fauth, analiza los efectos de las cremas solares en los arrecifes. Las lociones protectoras contienen oxibenzona que si bien protege a los humanos de los rayos UV, produce daños irreversibles en el ADN de los corales interrumpiendo o alterando su etapa inicial de desarrollo. El estudio señala que cada año llegan a los arrecifes unas 14.000 toneladas de protectores solares, principalmente en Hawaii y el Caribe.
Ambos artículos muestran que los arrecifes de corales están en mayor peligro del que se creía. “Tenemos que actuar ahora mismo – concluye Fauth – no usando químicos en los protectores solares, no llevarlos cuando buceamos y crear una política de conservación seria. Los arrecifes de coral constituyen el ecosistema marino más productivo, que sostiene industrias como la pesca o el turismo. Hay que hacer todo lo posible para que las futuras generaciones los puedan disfrutar”.
Juan Scaliter