La isla de Mona, Puerto Rico, fue un sitio clave en la ruta del Atlántico entre Europa y América yestuvo en el centro de los proyectos coloniales españoles del siglo XVI . Cristóbal Colón la mencionaba en su segundo viaje, en 1494. Por eso no es extraño que desde el inicio del proceso de colonización, las comunidades locales fueran expuestos a oleadas de impacto europeo.
Desde 2013, la exploración y el estudio de alrededor de 70 sistemas de cuevas, ha puesto de manifiesto que las cuevas de Mona incluyen la mayor diversidad de la iconografía indígena en el Caribe, con miles de motivos grabados. En un estudio publicado en Antiquity se revelan más de 30 inscripciones históricas que incluyen nombres, frases en latín y español, fechas y símbolos cristianos en una serie de cámaras que ya albergaban iconografía indígena.
Esto proporciona una visión poco conocida hasta ahora de la dinámica religiosa intercultural entre europeos y americanos.
El equipo de investigadores, dirigido por Jago Cooper, del British Museum y por Alice Samson, (Universidad de Leicester) ha estado estudiando la isla, una de las regiones con más cuevas por kilómetro cuadrado en el mundo y de acuerdo con Samson, los resultados “no solo proporcionan un contrapunto a las historias oficiales, sino también un seguimiento de los inicios de los vínculos religiosos y de la transformación de la identidad cultural en América”.
Juan Scaliter