Las piedras en el riñón atormentan a millones de personas en todo el mundo. Pero no se trata de un mal exclusivo de los tiempos actuales. Los cálculos renales son tan antiguos como el propio ser humano.
Así lo confirma el descubrimiento realizado en una tumba de hace doce mil años desenterrada en Sudán. Entre los restos humanos, pertenecientes a un varón adulto, los arqueólogos encontraron una piedradel tamaño de una nuez, situada cerca de los huesos de la región pélvica.
En principio se pensó que se trataría de piedra común que había llegado hasta allí por casualidad, pero los análisis realizados en el laboratorio han confirmado que se trata de un cálculo que se formó en el organismo de aquella persona.
Y, por su tamaño, es fácil deducir que debió sufrir unos dolores terribles para tratar (sin éxito) de expulsarlo.
Fuente: Plos One.
Vicente Fernández López